viernes, 30 de octubre de 2009

La historia del fundador

Mucho he mencionado ya a Carlos Bouquet Roldán, pero nunca con detalles lo que hizo en su vida y por la provincia de Neuquén.


Nacido en la ciudad de Córdoba el 22 de septiembre de 1854. En dicha ciudad:
  • 1873 Ingresó a la Guardia Nacional, retirándose con el cargo de Sargento Mayor.
  • Fundó la Asociación de Tiro Nacional, que luego pasó a llamarse Batallón de defensores de Córdoba.
  • 1879 fue Subsecretario del Ministerio de Gobierno de la provincia, fue cuando inició su destacada carrera política.
  • Luego fue Jefe de Policía.
Años después se trasladó a la provincia de Tucumán, donde:
  • En 1881 fue elegido diputado, siendo reelegido por dos períodos consecutivos, llegando a ser Presidente de la Cámara.
  • Fue Director del Banco Provincial de Tucumán.
Al tiempo regresó a su ciudad natal y:
  • Fue elegido Diputado Nacional.
  • 1903 cuando finalizó su mandato fue nombrado, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, Gobernador del Territorio del Neuquén.
En el Territorio del Neuquén:
Según quienes lo recordaron, Bouquet Roldán fue un hombre de gran temple, enamorado del futuro y un visionario del porvenir. Siempre se rodeó de hombres capaces, como su Secretario Eduardo Talero.
  • Creó la administración municipal. La primera elección de consejeros municipales se realizó en 1906.
  • Construyó los primeros edificios públicos.
  • Inauguró la primera escuela en 1904.
  • Diagramó las avenidas, calles, diagonales y boulevares. Proyectó los lugares donde se erigirían los edificios públicos.
  • Fue gobernador del Territorio hasta 1906. En ese año fue nombrado por Figueroa Alcorta, Presidente de la Nación, Administrador de la Aduana de la Capital hasta 1910.
  • En ese año renunció a su cargo y compró una chacra en la ciudad de Neuquén.
Falleció en Buenos Aires el 15 de mayo de 1921 a los 67 años.



Fuentes:
Libro: 100 años/100 calles

lunes, 26 de octubre de 2009

Fugados

Ocurrió 23 de mayo 1916. En ese entonces se alojaban en la cárcel de Neuquén ciento sesenta detenidos y procesados, muchos de ellos procedentes de la cárcel de Santa Rosa de Toay, del entonces Territorio de La Pampa, reos de delitos graves y con largas condenas pronunciadas ya o en vísperas de pronunciarse.

Por aquellos años la cárcel no estaba en su mejor situación edilicia y la vez faltaba personal para contener a los reos. Según referencia del Dr. Alejandro M. Unsain, instructor del sumario por designación del Ministerio del Interior expresaba: “que la guardia no estaba sobre sus armas en los momentos en que los presos eran sacados de sus pabellones. Tampoco estaba donde debía estar el cuarto de vigilancia, violándose así la tercera disposición de las instrucciones del jefe del cuerpo de guardia que establecía que las salidas de presos a la mañana, del pabellón, tendría la guardia preventiva y establecería particular vigilancia. Explicase así que desde el primer momento los penados hayan podido provocar una situación de sorpresa y confusión favorable a sus planes, lo que les permitió apoderarse de las armas que, colocadas en el armero, se hallaban libre de toda vigilancia y custodia eficaz.”

Como resultado del enfrentamiento murieron los guardias José Muñoz, español de cuarenta años; Daniel Ríos, chileno de veintisiete años y Diego Riquelme argentino de treinta años. Los restantes guardias huyeron al no poder contener a los presos, fue entonces cuando los penados tomaron control del establecimiento.

El Director ni el Subdirector, ni el Jefe de Guardia estaban en la cárcel al momento de producida la rebelión, por lo que los reclusos llegaron rápidamente a la calle dirigidos por Daniel Martín Brexler y Sixto Ruiz Díaz (sindicados como autores de una anterior tentativa de sublevación habida en el Penal de Santa Rosa, La Pampa).

Por la cantidad de armamento y munición, los sublevados tenían intenciones también de apoderarse del control de la población neuquina.

lunes, 19 de octubre de 2009

Y se construyó la Cárcel


En tanto se demoraba el traslado de la capital a Neuquén se construyeron dos galpones de chapa y zinc para la cárcel alquilados estos por el gobierno. Estas construcciones se encontraban instaladas en el lugar que actualmente ocupa la Comisaría Primera, y medían 30 metros de largo por 8 de fondo, se dividía en dos pabellones, todo de zinc y piso de tierra apisonada, cerrando el resto del terreno una empalizada de palos a pique.

Hasta que llega el 17 de octubre de 1904, fecha en la cual el director de la cárcel, José M. Pérez, inaugura la cárcel pública con 40 reclusos, entre penados y encausados. Pero en virtud de sucesivas fugas en dichos galpones, se concluye en la necesidad de la construcción de un edificio adecuado para la contención de los reclusos.

El proyecto de aprobación de la construcción de la nueva cárcel fue aprobado por el Ministerio y se previó su construcción por secciones. Se comenzaron los trabajos de los dos primeros pabellones en 1909, se finalizaron en 1911, pero no se tuvo en cuenta la construcción de la valla perimetral. A partir de 1909 quien fue director de la cárcel fue Dn. Rafael Castilla hasta la fecha de su muerte, en 1936.


En 1911 el gobernador de Neuquén, Eduardo Elordi, solicita al Ministro de Justicia e Instrucción Pública la autorización para efectuar el traslado de los presos a la nueva construcción, y en julio de dicho año se efectúa el traslado. La población penal en ese entonces constaba de 120 recluidos entre penados y encausados, más el personal: director, subdirector, 6 celadores, 1 enfermero, 1 cocinero, 2 requisadores, piquete de guardia cárcel de 30 hombres al mando de un teniente y subteniente. La escuela contaba con el director y un maestro y la academia de música con un maestro.

Tras la inauguración de la nueva cárcel llega desde Buenos Aires el 13 de agosto de 1911, un destacamento del Cuerpo Nacional de Guardia Cárceles, de reciente creación, para custodia del establecimiento, este constaba de: un capitán, dos oficiales y 59 individuos de tropa.

Es digna de destacar la tarea realizada por los presos: construcción de diversos edificios públicos, emparejamiento de calles, acarreo de tierra, siembra de árboles. Y en octubre de 1911 Castilla creó tres talleres: herrería, zapatería y carpintería, en los cuales los presos realizaron actividades manuales e industriales.

En el año 1938 (dos años después de la muerte del director Castilla) se continúa con la construcción de la enfermería, sala de curaciones, cocina, cuerpo de guardia y se habilita el departamento para mujeres, el taller de herrería, patios de recreo, instalaciones de migraciones, garaje, caballerizas, depósitos, canal de riego, cisternas y estanques. Durante el 1940 se construyen locales para aulas, biblioteca, regencia, locutorio, sala de espera, de requisas, garitas, pérgolas y se inicia el cuerpo del edificio donde funcionaría el lavadero y desinfección.

Se construye el muro perimetral de hormigón con sus respectivas garitas para puestos de guardia, sustituyendo a la cerca de alambre colocada después de la evasión de presos de 1916. Y los talleres de mecánica, chapa y pintura, fábrica de ladrillos, carpintería, albañilería, fábrica de mosaicos, lavadero de ropa, sastrería, entre muchos otros. Y ya en el año 1981 se culmina la construcción del pabellón número 9.

Hasta el día de hoy se han remodelando áreas de la cárcel. Y en 2004 dicho edificio cumplió sus 100 años.



Fuentes:
Fotos Archivo Histórico de la Provincia.
"Cárcel del Neuquén. Apenas 100 años" Alicia del Carmen Platino (2004)